Un buen día en el vecindario – Reseña
Salvador Medina
“Si es mencionable, es manejable“. La frase de Fred Rogers, el carismático hombre detrás de uno de los programas infantiles más icónicos del siglo XX en Estados Unidos, era característica de su forma de afrontar los problemas cuando hablaba con los niños a través de sus cámaras.
Durante generaciones, Mr. Rogers, como era conocido, acercó temas delicados y sensibles a los más pequeños como pocas personas se han atrevido, siempre con la mentalidad de usar su programa como una forma de cambio significativo y de hacer que sus televidentes supieran que siempre hay una solución a todo.
En Un buen día en el vecindario (A Beautiful Day in the Neighborhood) la directora Marielle Heller captura un poco de la magia que significaba su figura en la historia real que surgió en la amistad entre Rogers y el periodista Tom Junod de la revista Esquire.
Lloyd Vogel (Matthew Rhys) es el pseudónimo que usan en lugar de Tom Junod, un destacado periodista de investigación que ha creado una reputación de atacar la personalidad de las personas a las que entrevista. De ahí que cuando su editora le comenta que debe hacer una pieza alrededor de Mr. Rogers para un especial de héroes, la situación toma a ambos por sorpresa.
Primero, porque la extensión y temática parece ser algo indigno de Lloyd. Segundo, porque Rogers fue la única persona dispuesta a ser entrevistada por el periodista.
Con un bebé en casa y su esposa Andrea (Susan Kelechi Watson) alejada de su vocación como abogada para cuidarlo, parece que la asignatura de Lloyd llega en un inoportuno momento. Aún más considerando que en la boda de su hermana, Lloyd golpeó a su padre Jerry (Chris Cooper) cuando quiso entablar una conversación con él.
Con la cara golpeada por el incidente, Lloyd parte a Pittsburgh a entrevistar a Rogers (Tom Hanks) y desentrañar lo que hay detrás de un personaje que es, en voz del periodista, un “santo viviente”.
Lo que parece ser un trabajo fácil para Lloyd comienza a convertirse en una situación que habrá de enfrentarlo con su pasado y las decisiones que lo han llevado a convertirse en el personaje que es en la actualidad. Las conversaciones entre ambos comienzan a mostrarnos lo que ambos ocultan al mundo y cómo deciden enfrentar los miedos que los dominan.
Con una dirección impecable y original de Marielle Heller, Un buen día en el vecindario es una película maravillosa y conmovedora que salta entre la fantasía y la realidad con sutileza y brillo.
Tom Hanks nació para interpretar a Mister Rogers. Lo hace con una gracia y capacidad sobrenatural, demostrando que nunca las cosas por inercia, sino con un compromiso total.
Un buen día en el vecindario es una película esencial que merece mayor atención. Es una obra que te hará recordar la importancia del cine en primer lugar.
Una experiencia irrepetible.
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