‘Booksmart’: Crecer ante la adversidad

Aug 13 • Spoiler Alert • 789 Views • Comments Off on ‘Booksmart’: Crecer ante la adversidad

Salvador Medina

A menudo, las clásicas películas de adolescentes suelen enfocarse en la dinámica que generan las diferencias entre los diferentes grupos sociales. Es un cliché, ciertamente inspirado en la realidad, y que nos ha entregado significativas reflexiones sobre lo que significa crecer.

Dentro de ese género que a menudo se incluye como coming-of-age, las historias son naturalmente sobre descubrimiento, conflictos internos y personales, y sobre todo, de amistad ante la adversidad. En los últimos años, por suerte, diversas cineastas han abordado el tema con singular originalidad y tino, el conflicto que representa crecer siendo mujer.

Lady Bird fue ejemplo de honestidad brutal y encanto que mereció un espacio en el zeitgeist de la cultura popular. Desde entonces, más voces se han unido para expresar un lado inexplorado o ignorado de la adolescencia. Y, al poner a las mujeres al frente, se han ganado espacios absolutamente necesarios y grandes historias que merecen estar al centro de la conversación.

Ahora, la actriz Olivia Wilde tomó las riendas de un guión que había pasado de mano en mano durante varios años pero que nadie se había atrevido a realizarlo ante el temor de no encontrar una audiencia. Pero, como probó con su apuesta, hay siempre una búsqueda por nuevas voces.

Booksmart, inexplicablemente titulada La noche de las nerds, narra las caóticas veinticuatro horas de un par de amigas al borde de un cambio irremediable. Molly (Beanie Feldstein) es la presidenta de su clase, primera en todo y activa feminista que ha dedicado toda su adolescencia a entrar a una universidad a la altura de sus expectativas de vida. Su mejor amiga, la tímida Amy (Kaitlyn Denver), es tan inteligente como amable, con una entrega absoluta por el prójimo. Su amistad se ha forjado en todo ello que las une, ambas progresistas y liberales.

Entre ellas, no sólo existe una sincera amistad, sino una especie de complicidad. Son divertidas y agradables, pero lo han mantenido lejos del mundo en un afán por pertenecer a su propio nicho, por separarse del resto de sus compañeros, a los que parece no importarles nada. De ahí que Molly guarde una marca de honor el hecho de haber sido aceptada en Yale, algo que le ha sido prohibido compartir a todos como una política de la escuela..

Así que, cuando en el último día de clases y escondida en el baño, escucha a sus compañeros hablar de ella como una chica estirada y que no parece de su edad, sale a confrontarlos y compartir su noticia. Pero el resultado no es el esperado: sus compañeros también han sido aceptados en universidades de prestigio o en trabajos en compañías multinacionales. Su compañera le responde con una sencilla lección: No sólo nos importa la escuela. Y así, el mundo de Molly se cae por completo.

Junto a Amy, se dan a la encomienda de disfrutar su última noche antes de graduarse y así demostrar a todos, y a ellas mismas, que son más que sus calificaciones y cualificaciones.

Amy y Molly se dan a la tarea de encontrar el lugar de la fiesta donde estarán todas las personas de su generación. Pero se dan cuenta que no es tarea fácil, pues cuando llaman a sus compañeros, no les toman las llamadas. Amy entiende que quizás piensen que los están llamando por asuntos de la escuela y no por un tema social.

Es así que ambas se ven confrontadas con temas que las harán reflexionar sobre su lugar en el mundo, su futuro, y su percepción de ellas mismas.

Booksmart no sólo parece el producto de alguien con amplia experiencia al mando de un set, sino de una cineasta con inmensos recursos. Wilde probó que su primer esfuerzo como directora es el comienzo de una prometedora carrera.

Se trata de un producto que habla de nuestros tiempos y los complejos que aquejan a las nuevas generaciones. Wilde hace de Booksmart una oportunidad para hablar sobre las libertades individuales, de las mujeres en la sociedad y el rol que ellas mismas juegan su percepción.

En un contexto de comedia, Booksmart es un sensible retrato de la posmodernidad, del juego que los nichos juegan en los adolescentes, y las enormes presiones a las que están sujetos. Además, el corazón de la película está en la impecable química entre Amy y Molly, que se empoderan mutuamente para sacar lo mejor de ellas.

No sólo nos exhiben la fragilidad de la juventud, sino el alma de lo que significa crecer y convertirse en quien debemos ser. Reímos y sufrimos con ellas.

Booksmart es más que una encantadora comedia, es una inspiradora obra que nos reafirma la importancia de la amistad y de ser fiel a sí mismo. Wilde nos entrega una película con alma y sinceridad, que tiene momentos de hilaridad absoluta acompañados de sonrisas y lágrimas por igual.

Los primeros seis minutos de Booksmart

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