‘La Noche Devoró al Mundo’ – Reseña
Salvador Medina @ayudamemalverde
A menudo, el género de terror se inventa. Y es que, como ningún otro, suele ser el primer en dar el salto hacia nuevos medios, recursos, formatos. El cine contemporáneo no se concibe sin el terror. Desde Tarantino, los Coen, Scorsese, su huella se percibe en algunos de los autores más importantes de nuestros tiempos.
En ese tenor, llega La Noche Devoró al Mundo (La nuit a dévoré le monde), inspirada en la novela de Pit Agarmen y situada en el París contemporáneo. Sam (el danés Anders Danielsen Lie) es un músico atormentado por un reciente rompimiento amoroso. Obligado a recuperar las cintas que su ex novia Fanny (Sigrid Bouaziz) se llevó al departamento de su nuevo novio Mathieu (David Kammenos), acude a una fiesta de ambos.
Sam no quiere más que salir de ahí una vez que llega. Pero la insistencia de Fanny por hablar y los cocteles que trae encima, lo llevan a encerrarse en el estudio con las cintas y en espera de su ex novia. La mañana siguiente, Sam recoge las cintas y decide emprender camino a su casa. Pero tras salir del cuarto se da cuenta que ha sucedido una masacre. Hay sangre por todos lados, cuerpos, desolación. Sam se olvida de las cintas y se ocupa por sobrevivir.
Todo a su alrededor se ha ido al diablo. Las calles de París están infestadas de zombis buscando sangre fresca. Sam se da cuenta pronto que para sobrevivir, debe buscar en el edificio los medios para alimentarse y cuidarse de los enemigos que cubren cada metro cúbico a su alrededor.
Dirigida por Dominique Rocher, La Noche Devoró Al Mundo no redefine el género zombi, pero sí inventa un subgénero dentro de él: el thiller psicológico zombi. Y es que los antagonistas no aparecen todo el tiempo, pero cada vez que están a cuadro, sacuden la pantalla con incertidumbre y terror.
Sam se ve obligado a confrontarse a sí mismo, su pasado, su vocación y su presente. Aislado del mundo, el peor enemigo es él mismo y su capacidad de supervivencia.
Se trata del debut cinematográfico de Rocher. Y pese a que domina la acción, cojea en la dirección de actores. Danielsen Lie tiene grandes momentos de vulnerabilidad pero no siempre tiene la capacidad de sostener las abrumadoras circunstancias que lo rodean. Si bien en la parte física se entrega de manera excepcional, es quizás la forma en que presenta los diálogos en un idioma que no es su primero, donde no llega al mismo nivel de interpretación.
La Noche Devoró Al Mundo es una grata sorpresa y una refrescante perspectiva del horror. Sin duda memorable.
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