‘Bodies, Bodies, Bodies’ – Reseña
Salvador Medina
Cada año las películas de terror redefinen el género, lo expanden, lo hacen mejor. Cada año, un cineasta se atreve a hacer, desde la libertad del cine independiente, una obra que se atreve a ser irreverente, inteligente, atrevida. Cada año, nos enamoramos de voces nuevas y brillantes que alimentarán el medio por años y años.
Bodies, Bodies, Bodies (Muerte, Muerte, Muerte) es una de esas obras. Dirigida por Halina Reijn y escrita por Sarah DeLappe, se trata de una película que juega y eleva los tropos del género y la comedia con sutileza y espléndida ejecución. Nos encontramos con Sophie (Amandla Stenberg) y Bee (Maria Bakalova) en camino a visitar a su grupo de amigos. Aunque la relación entre ellas es joven, Sophie confiesa estar enamorada, algo que Bee todavía no corresponde.
Cuando llegan a casa de su mejor amigo David (Pete Davidson), la sorpresa es mayúscula. Nadie esperaba que Sophie llegara y menos con una invitada. Le acompañan Emma (Chase Sui Wonders), novia de David, junto a Jordan (Myha’la Herrold), Alice (Rachel Sennott) y su nuevo novio Greg (Lee Pace). Todos están ahí para celebrar una fiesta y resguardarse mientras llega un huracán. Así que están listos con alcohol y drogas, pese a que Sophie está ahí después de un largo tiempo en rehabilitación.
Aunque hay tensión entre Sophie y ellas, la reciben con brazos abiertos y pronto comienzan a portarse como si nada. Aunque Jordan advierte a Bee que se cuide de Sophie, la fiesta comienza sin problema alguno. Como en cualquier reunión, hay celos, discusiones y reconciliaciones. En plena tormenta, deciden jugar algo tradicional entre ellos: Bodies, Bodies, Bodies.
El juego es sencillo: en una hoja se dibujan círculos y una equis segun la cantidad de participantes. Cada participante escoge un pedazo y quien tenga la equis es el asesino. Se procede a apagar las luces y el asesino toca a alguien por la espalda y éste pretende ser asesinado. Quien encuentra el cuerpo grita “bodies, bodies, bodies”, todos se acercan y determinan quién es el culpable. En principio, Emma está reacia a jugar porque siempre alguien termina llorando. “Es lo divertido del juego”, replica David.
En esta ocasión, las cosas escalan: alguien del grupo aparece degollado cuando las electricidad se corta por la tormenta. Y, como si se tratara del juego, todos comienzan a especular y sospechar del otro mientras la cuenta de cuerpos aumenta minuto a minuto.
Encerradas, sin poder salir y sin poder confiar en las otras, el grupo de amigas comienza a especular quién puede ser culpable y, antes de que se den cuenta, todo parece haberse ido al diablo.
La genialidad de Bodies, Bodies, Bodies, es la facilidad con la que la película refleja la idiosincracia de una generación y de la juventud. Complementando con un estilo visual contemporáneo y aterrador a la vez, se genera un balance perfecto para una película igualmente hilarante y llena de giros.
El cast es simplemente genial y cada uno tiene el mismo peso narrativo y en pantalla. Es una película llena de energía, tensión y drama. Una genial película para nuestros tiempos de tiktok y de cortos periodos de atención.
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