12 Horas Para El Fin del Mundo – Reseña

Oct 20 • Spoiler Alert • 589 Views • Comments Off on 12 Horas Para El Fin del Mundo – Reseña

Salvador Medina

12 Horas Para El Fin del Mundo (Mira) no es la primera película rusa de gran presupuesto que cruza a occidente pero sí es una de las mejores en hacerlo.

A diferencia de la fórmula hollywoodense donde los guionistas se toman el tiempo suficiente para hacernos empatizar con los protagonistas, darnos algo de contexto y luego voltear su mundo de cabeza, en 12 Horas Para El Fin Del Mundo, Dmitriy Kiselev crea un híbrido entre atracción y obra de arte, una película sin restricciones, sin ataduras, mismas partes entretenimiento y absoluta locura. Y se agradece la honestidad.

Nuestro ávatar en esta historia es Lera (Veronika Ustimova) una talentosa adolescente sufriendo la ausencia de su padre, un astronauta, mientras una lluvia de meteoritos se acerca a la Tierra. Pero abajo todo es normal. Los cálculos en la estación especial donde su padre Araboc (Anatoliy Belyy) pasa los días, aseguran que la posibilidad de impacto es mínima. Pero el día llega y el meteorito es más grande de lo calculado y, justo antes de impacto, Arabov puede advertir a su hija. Y el caos sobreviene.

En una secuencia brillante, excesiva y técnicamente perfecta, los meteoros hacen impacto en Vladivostok y Lera huye con mucha destreza y más suerte. Su padre, con el tiempo encima, usa los recursos de Mira, el software de la estación, para guiarla en su camino a la seguridad.

Desde el primer cuadro, 12 Horas Para Sobrevivir no para. Es cierto que por momentos parece una imitación de Michael Bay, pero el logro de la película de Kiselev es que no repara en medias tintas: es, a final de cuentas, una película sobre el fin del mundo.

Por lo general, el término “películas palomeras” está supeditado a esas producciones en las que, al salir de la sala, se describen como dignas de unas palomitas. Pero 12 Horas Para Sobrevivir es una película palomera porque debe verse en el cine y con la actitud de que quien se salga de verla, va a disfrutar algo.

No es una película que busque el Óscar, o una reflexión profunda sobre la vida, o que repare en temas sociales. Es, simple y llanamente, una película profundamente entretenida, atrevida, emocionante. Y eso, maldita sea, vale mucho.

Se agradece que exista todavía la intención de sacarnos de casa para experimenta algo que llene una pantalla gigante para ver un espectáculo irrepetible. 12 Horas Para Sobrevivir es una de esas experiencias.

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