‘Ted Bundy: durmiendo con el asesino’ – Reseña

Jul 10 • Spoiler Alert • 683 Views • Comments Off on ‘Ted Bundy: durmiendo con el asesino’ – Reseña

Salvador Medina

En los últimos meses, diversos proyectos han intentado diseccionar la vida de uno de los asesinos seriales más enigmáticos y elusivos. Ted Bundy, el hombre responsable de la muerte de decenas de mujeres en la década de los setenta, ha sido sujeto de múltiples documentales y películas. La más notoria de ellas, llegó a Sundance este año con un cartel importante y ahora, a carteleras de México.

Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile (Ted Bundy: durmiendo con el asesino), es un recuento sobre la doble vida de Bundy y el circo mediático alrededor de su arresto y escapes de la justicia. Pero es, sobre todo, un testimonio sobre Liz Kendall (Lily Collins), la pareja que mantuvo durante años y que, pese a todo, siempre estuvo pendiente de él.

Durmiendo con el asesino hace un esfuerzo para mostrarnos, desde el primer momento, por qué una mujer como Liz se fijaría en un hombre como Ted. No se trata únicamente de un hombre atractivo (Zac Efron interpreta al asesino), sino que en cuanto se conocen, a Ted no le significa un obstáculo el hecho de que Liz tenga una hija. Más aún, la mañana siguiente de su encuentro, en que se quedan dormidos abrazados sin llegar a algo físico, Liz descubre a Ted preparando el desayuno para su pequeña hija. Y eso se suficiente para ella.

El joven estudiante de Derecho se vuelve inmediatamente una parte central de su vida, pero cuando comienzan a llegar a los oídos de Liz noticias que acusan a Ted de actos criminales que involucran a mujeres, la sospecha comienza a apoderarse de ella.

Pero Ted tiene un carisma especial, no sólo con Liz, sino con Carole Ann Boone (Kaya Scodelario), una ex compañera de trabajo con la que se mantiene en contacto. De ahí que pueda manipularlas a su antojo, siempre haciéndoles saber que todo se trata de un error y que la defensa está en su contra.

Poco a poco, las acusaciones comienzan a generar una impotencia en Liz, quien está dividida entre lo que dicen la policía, su mejor amiga Joanna (Angela Sarafyan) y el sentido común, y la imagen que tiene del Ted Bundy que conoce y fue capaz de amarla.

Durmiendo con el asesino es más que una biografía sobre un asesino serial. Se trata de un esfuerzo por retratar el otro lado de ese enigma, el de las parejas que cayeron ante los encantos de un hombre perturbado, amenazado por la existencia de las mujeres e incapaz de descifrarlas.

Bundy es uno de los personajes que más ha significado un acertijo para la cultura popular de Estados Unidos. Sin embargo, Durmiendo con el asesino hace poco por levantar la cortina detrás de lo que conocemos de él, sino que nos sumerge a los ojos de Liz, la verdadera protagonista.

Tanto Collins como Efron hacen grandes papeles, si bien un poco secos y planos por la dirección de Joe Berlinger, pero cada uno por su cuenta, nos entregan actuaciones dignas de la expectativa.

Durmiendo con el enemigo es interesante, bien concebida y tiene un par de giros interesantes que te mantienen entretenido al mismo tiempo que asombrado por la capacidad destructiva de un solo hombre. Pero parece que Berlinger estaba más interesado en cumplir los estándares estéticos de un festival como Sundance que en darle un giro a una historia por muchos conocidas.

Berlinger abusa de recursos visuales que caracterizan a las películas de ese festival, y descuida el trabajo en escena.

Sin embargo, el resultado es sorprendentemente introspectivo y devastador, más que por los crímenes de Bundy, por las mujeres que dejó marcadas emocionalmente.

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