‘Presencias del Mal’ – Reseña

Jan 23 • Spoiler Alert • 2405 Views • Comments Off on ‘Presencias del Mal’ – Reseña

Salvador Medina

La novela The Turn of the Screw de Henry James ha tenido diversas adaptaciones y es una de las más estudiadas por el autor estadounidense por su temática e interpretaciones. En su adaptación a la pantalla grande, el guión de Carey y Chad Hayes hace lo mismo, trayendo el texto a una época más actual, para que la directora Floria Sigismondi imprima su característico y oscuro estilo visual.

Situada en el contexto del suicidio de Kurt Cobain y el auge alternativo, Presencias del Mal (The Turning) se centra en Kate (Mackenzie Davis), una joven profesora que es invitada a ser la tutora de una pequeña que vive en una aislada mansión. La historia de Flora (Brooklynn Prince) conecta particularmente con Kate, puesto que ella también creció sin padres.

Y aunque Kate no es huérfana, su madre (Joely Richardson) vive en una institución para pacientes mentales y su padre los abandonó cuando era pequeña.

Es así que Kate llega a la mansión con las expectativas de fungir como mentora de la pequeña Flora, que vive únicamente con la señora Grose (Barbara Marten), que ha cuidado de la familia desde hace décadas y mantiene una mano controladora sobre la joven.

Kate descubre pronto que Flora no desea salir de la gigantesca propiedad ante el miedo de perecer como sus padres, quienes tuvieron un accidente en su vehículo. Y desde el principio, Kate comienza a experimentar una oscura presencia que parece estar conectada a la ausencia de la antigua tutora de Flora.

Además, la repentina llegada de Miles (Finn Wolfhard), el rebelde y grosero hermano mayor de Flora, agrega elementos de tensión a la sanidad de Kate, que comienza a cuestionarse la diferencia entre realidad y ficción.

Presencias del mal, aunque tiene grandes momentos de saltos que mantendrán al espectador al borde del asiento, se sienta más como una historia genérica y poco original.

La dirección de Sigismondi hace lo mejor que puede con el guión de Carey y Chad Hayes, pero no termina de generar una conexión orgánica con la historia, en particular en un primer acto flojo y que se siente común.

El gran punto de Presencias del mal está sin duda en el sensacional elenco. Mackenzie Davis es una refrescante presencia en pantalla, soportando con su actuación todo lo que ocurre a su alrededor y los enormes momentos de tensión. Lo mismo con Finn Wolfhard, que se sacude esa imagen del niño cool o hipster para interpreta a un pedante y despiadado junior.

Pese la película no puede superar las fallas del guión. Flora tiene una pérdida personal que la traumatiza y Miles otra, además de la ausencia de sus padres. Y eso distrae del punto central de la película dado que parecen más recursos para entender a los personajes y hacerlos empáticos.

Para los fanáticos del terror es una sólida pero decepcionante. Para los espectadores comunes, es simplemente decepcionante.

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