‘Little Fires Everywhere’ – Reseña

Jul 19 • Spoiler Alert • 1935 Views • Comments Off on ‘Little Fires Everywhere’ – Reseña

Salvador Medina

El universo de las miniseries ha entregado algunas de las mejores producciones en los últimos años. Big Little Lies, Chernobyl, Defending Jacob y ahora Little Fires Everywhere, son ejemplos de adaptaciones literarias que encontraron justo hogar en la televisión.

Y, como pocos productos de entretenimiento, Little Fires Everywhere entrega una dosis de realidad que sacude hasta los huesos.

Shaker Heights es un idílico pueblo en el estado de Ohio fundado en la idea de equidad racial, respeto a las reglas y estética sobre todo. El retrato de un Estados Unidos idealizado. Pero bajo todo eso yace una historia de prejuicios, secretos y mentiras.

En los 90′ llega a la ciudad Mia (Kerry Washington), una artista negra en busca de un hogar provisional donde pueda trabajar en sus obras y mudarse a su siguiente destino. Aunque esto causa secuelas en su hija adolescente Pearl (Lexi Underwood), es a lo que están acostumbradas.

Sus caminos se cruzan con Elena Richardson (Reese Witherspoon), una ejemplar mujer blanca que hace todo lo posible por llevar una vida perfecta. Se trata de una mujer con gran arraigo y popularidad en Shaker Heights, con su familia siendo parte esencial en la historia del pueblo. Mia renta un departamento propiedad de Elena y comienza en trabajar en su arte en secreto. Esto es usual, dado que Pearl sabe que no debe entrar jamás a su estudio.

Pero intentando probarse a sí misma que es una mujer más abierta y progresista de lo que se piensa, Elena ofrece trabajo a Mia en su casa ayudando en los quehaceres del hogar. Y aunque en principio se ve renuente dado que lo ve como algo condescendiente, acepta la oferta cuando ve que Pearl comienza una amistad con Lexie (Jade Pettyjohn), Moody (Gavin Lewis) y Trip (Jordan Elsass), tres de los cuatro hijos de Elena. Pero, sobre todo, Pearl empieza a congeniar con Elena más de lo que Mia desearía, generando una constante tensión entre ambas. Además, la más pequeña hija de Elena, la rebelde Izzy (Megan Stott), ve en Mia a un alma que puede entenderla y así los roles se revierten.

Con todo este conflicto, Little Fires Everywhere comienza a plantar semillas que se desarrollan con gran sutileza y fuerza narrativa. Los creadores hacen una extraordinaria labor al generar contrapuntos entre lo que significa ser blanco o negro en una sociedad que tiene conceptos preconcebidos de ambas razas.

Durante un confrontamiento verbal entre las protagonistas, Elena cuestiona las decisiones que ha tomando Mia en su vida. Ella le responde que Elena no tuvo que tomar decisiones sobre su vida, simplemente sucedieron.

Además de contar una historia sumamente emocional, interesante y fascinante, Little Fires Everywhere pone a debate la relevancia de las tensiones raciales y los obstáculos que enfrentan unos y otros para sobrevivir. Se trata de un producto sumamente relevante y trascendente, una serie que quedará marcada en la memoria del espectador por mucho tiempo.

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