La importancia de la representación en los medios

Sep 15 • Spoiler Alert • 760 Views • Comments Off on La importancia de la representación en los medios

Salvador Medina

Nuevos tiempos requieren nuevas historias. Aunque a muchos no les parezca. En el festival de cine de Austin en 2021, Evan Narcisse, multipremiado escritor y guionista, habló en conferencia sobre la importancia de la diversidad en los medios. Él, encargado de las adaptaciones de Marvel’s Spider-Man: Miles Morales y, the Black Panther: War for Wakanda, dio un obvio y necesario razonamiento para el reciente auge de inclusión en medios como el cine y la televisión: la historia de Spider-Man la hemos visto miles de veces ya. La fuente es, literalmente, agotable. ¿Qué pasa entonces si ese mismo personaje es un chico afropuertorriqueño del Bronx? Todo cambia.

“¿Quieres que tu IP (Propiedad Intelectual) favorita siga existiendo? Debe adaptarse a los nuevos tiempos. De lo contrario, el meteorito está ahí listo para acabar con ella”, explicó.

En 2022, al parecer se trata de una declaración controversial, como lo han demostrado los recientes estrenos de Obi-Wan Kenobi, Rings of Power yThe Sandman. El fenómeno comenzó a manifestarse de manera más notoria cuando John Boyega, pero particularmente, con Kelly Marie Tran. El mundo postTrump es uno de división e identidad: cualquier cosa que desafíe al status quo es woke o progre. El mejor ejemplo que cuando Ketanji Brown Jackson fue elegida a la Suprema Corte de Estados Unidos, la derecha atacó la designación. “Ahora la izquierda fue demasiado lejos”. Se trata de la primera mujer negra en ocupar la suprema corte de Estados Unidos. Eso, para ellos, es ir demasiado lejos.

Para cierto sector reacio al cambio, todo es un ataque a sus estándares a priori. Cualquier anuncio de casting provoca una reacción. Pero lo cierto es que, incluso con la intención de Hollywood por enmendar una deuda histórica hacia la representación de las minorías, el esfuerzo se queda corto.

Según una encuesta de McKensie, los actores negros están subrepresentados. “Menos del 6 por ciento de los escritores, guionistas, directores y productores de Estados Unidos son negros. En algunos géneros (como las películas de superhéroes), la representación es todavía menor”. El tema de los latinos es todavía más preocupante.

Un estudio de 2019 titulado Latinos in Film: Erasure On-Screen & Behind the Camera Across 1,200 Popular Movies muestra dicha disparidad. El estudio, creado por el USC Annenberg Inclusion Initiative, examinó el número de personajes latinos y trabajdores detrás de cámaras en las producciones más populares desde 2007 a 2018. “Sólo 4.5 por ciento de los más de 47 mil personajes eran latinos”.

El problema es grave. Pero las reacciones a la inclusión son viscerales e injustificadas. Uno de esos ejemplos, es el de Moses Ingram en Obi-Wan Kenobi.

Moses Ingram en Obi-Wan

La actriz de raza negra no tuvo que hacer nada, excepto literal su trabajo, para ser víctima de la horda de fanáticos de Star Wars. Tanto así, que la popular franquicia tuvo que salir en su defensa. No se trata de la primera vez, como sucedió con Tan y Daisy Ridley, pero sí es un continuo ejemplo de lo lejos que nos encontramos de la razón.

Ahora, con el estreno de Rings of Power, basada en la propiedad intelectual de JRR Tolkien, ávidos fanáticos sin mucho que hacer han atacado la selección de actores que difieren de la obra original. Desde los primeros avances, las reacciones fueron de desprecio. Tanto así que, miles de internautas, esperaron a la fecha del estreno para calificar la serie con bajas calificaciones en el sitio imdb, como una reacción política a la inclusión de minorías.

Es irónico leer, además, que la selección de una actriz negra como Halle Bailey para traer a la vida al personaje de La Sirenita, una obra de ficción de Hans Christian Andersen escrita en el siglo XVIII, causa más reacciones que la historia en sí, una de machismo rampante. Esto habla, se entiende, de un amplio sector renuente al cambio e incapaz de adaptarse a él.

En el caso de México, voltear hacia el fenómeno de Yalitza Aparicio para entender la inherente discriminación dentro de una sociedad que es discriminada, es el mejor ejemplo del mismo fenómeno. Su reconocimiento a nivel internacional, y su recepción en pasarelas y portadas de todo el mundo, causó particular escozor en un país avergonzado de sus raíces. El papel de Yalitza en Roma es, a percepción del autor de este texto, uno de las mejores interpretaciones histriónicas del cine del siglo XXI. Más aún para el cine nacional. En lugar de generar reacciones de orgullo, sus nominaciones fueron objeto de burla y ataques infundados. Su representación como latina fue tomada como algo digno de desdén.

En un artículo del LA Times, “los investigadores de la USC descubrieron que, incluso en el pico de 2017, los actores latinos solo tenían el 6.2% de los papeles, a pesar de que ese mismo año constituían el 18.1% de la población estadounidense, según la Oficina del Censo de Estados Unidos. (El estudio de la USC agrupa a los de ascendencia española y/o latina, mientras que el “Informe sobre la diversidad en Hollywood” de la UCLA no lo hace)”.

El mismo informe encontró que “los latinos eran solo el 5.3% del total, un escaso aumento con relación al 5% de hace siete años. Desde la temporada 2011-12, la cuota latina nunca ha superado el 6.4%”.

Las reacciones a la inclusión y a la representación en todos los medios parten de la identidad, no de la lógica. Históricamente, las minorías hemos sido representadas por actores blancos. Los ejemplos son incontables para incluir en este espacio pero varían desde ejemplos tan obvios como Jesús siendo interpretado históricamente por hombres blancos, pasando por Al Jolson, Fred Astaire, Burt Lancaster, hasta Mickey Rooney. Por dios, Marlon Brando interpretó a Emiliano Zapata. ¡A Emiliano Zapata! Pero henos aquí, enfrascados en el color que debe tener una sirena en 2022.

Por fortuna, un sector importante de Hollywood, liderado particularmente por mujeres creadoras, ha impulsado fuertemente por una representación equitativa de los latinos en Hollywood. Algo que parece reaccionario pero es en realidad un tema de justicia representativa. ¿Por qué? Porque los medios se han encargado de remover a las minorías de la historia. El mejor ejemplo, es el género favorito de Estados Unidos: El western.

Según ha probado la Historia, (la Historia con mayúsculas), la gran mayoría de vaqueros del llamado Viejo Oeste, eran mexicanos, negros o nativos americanos. Sin embargo, Hollywood se ha encargado de lavar esa parte de la historia al poner a tipos como John Wayne como rostro de ese género, un tipo abiertamente racista y controversial. Hoy, poner a un tipo como Tenoch Huerta en el variado universo de Marvel como un dios ficticio es suficiente para ser causa de debate.

Como mexicano y creador es particularmente doloroso ver la reacción a estas reacciones y a la búsqueda por reflejar la realidad en la pantalla. Los latinos, particularmente los mexicanos, parecen ignorar que somos vistos por el resto del mundo como una minoría. De ahí que suenen todavía más absurdos los ataques a actores de la talla de Yalitza y Tenoch, dos dignos representantes de nuestra cultura. Es una reacción a la maquinaria capitalista: lo que no sea mantener el status quo, está mal.

Es hora no sólo de romper esos esquemas sino de restaurar el papel de las minorías en los medios. Es un acto de justicia y de veracidad histórica. Hollywood y Occidente nos lo deben.


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