Godzilla Minus One – Reseña

Dec 28 • Spoiler Alert • 297 Views • Comments Off on Godzilla Minus One – Reseña

Salvador Medina

Es difícil explicar a escépticos que una película de Godzilla tenga toques de humanidad que es virtualmente imposible encontrar en blockbusters o en películas contemporáneas en general. Pero Godzilla Minus One es todo lo que debe ser una obra que retrate a uno de los monstruos más icónicos y notorios del cine.

Aunque para Occidente, Godzilla ha sido un monstruo elusivo en cuanto a contenidos y apenas en los últimos años los estudios de Hollywood han logrado descifrar la fórmula para generar películas y series de buen nivel, los cineastas japoneses realmente entienden lo que significa para su mitología y su cosmovisión.

De ahí que Godzilla Minus One sea una reflexión sobre lo que el gobierno y la guerra han provocado en generaciones de japoneses y el papel que un monstruo marino ha jugado para reflexionar sobre las consecuencias de sus políticas.

Conocemos a Shikishima (Ryunosuke Kamiki), un joven piloto kamikaze durante la Segunda Guerra Mundial que llega a una isla que sirve como estación para reparar aviones. Tashibana (Munetaka Aoki) le recibe y, durante la noche, son atacados por una criatura que asemeja a un dinosaurio. Shikishima tiene la posibilidad de matarlo pero se queda congelado y la criatura, Godzilla, termina por matar a casi todos.

Shikishima y Tashibana son regresados al Japón de la posguerra a enfrentar un país en las cenizas y en proceso de reconstrucción. La presencia de Shikishima es vergonzosa para todos, particularmente para él mismo, por su incapacidad de dar su vida por el país.

En el caos de la ciudad, Shikishima se encuentra con Oishi (Minami Hamabe) y una pequeña de nombre Akiko (Sae Nagatani). A regañadientes, las recibe en su casa y comienza a buscar cómo proveer. Es contratado por el gobierno para recuperar minas arrojadas en el mar por Estados Unidos y Japón.

Pero pronto, Godzilla regresa. Shikishima se da cuenta que pudo acabar con la amenaza cuando era de un tamaño razonable. Ahora, que ha alcanzado las dimensiones que le conocemos, combatirlo se vuelve más difícil.

Godzilla Minus One es un análisis profundo del daño psicológico y generacional que puede provocar una cultura en sus habitantes. Shikishima no quiere vivir porque no tuvo el valor de entregar su vida. Con el paso del tiempo, y cuando Akiko le llama incluso papá, él sigue ahogado en su propio resentimiento. Pero quizás la posibilidad de una familia le haga enamorarse de la vida de nuevo.

Como se vea, Godzilla Minus One es un absoluto logro. Es quizás la mejor película de Godzilla y una que se introduce en la psique de una nación para sanar heridas generacionales. Lo que se pueda decir sobre ella, se queda corto. Es emocionante, épica, genial, delirante, emotiva. Uno creería que llorar con una película de Godzilla es imposible pero no. Sus personajes están llenos de humanidad, de resiliencia, de redención, de ganas de vivir.

Nada falla en Godzilla Minus One. Hasta los momentos melodramáticos están arropados por actuaciones extraordinarias, un diseño de producción genial, personajes secundarios bien concebidos y, mención aparte, merece el soundtrack de Naoki Sato que, partiendo del sonido clásico de Godzilla, eleva todas las sensaciones de lo que vemos en pantalla.

Sin duda una de las mejores películas del año.

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