‘Dos veces tú’ – Reseña

Feb 19 • Spoiler Alert • 1796 Views • Comments Off on ‘Dos veces tú’ – Reseña

Salvador Medina

Una y otra vez, el cine mexicano nos entrega comedia tras comedia que no se arriesga o aporta poco de valor. De ahí que productos nacionales que se alejen de esa fórmula, sean siempre una oportunidad fresca de ofrecer a más propuestas. Con Dos Veces Tú, el director Salomón Askenazi toma un riesgo y se lanza a concebir una historia que se salga de lo convencional. Pero el resultado, más que no ser fructífero, no cumple con lo prometido en una historia que se tropieza consigo misma.

En principio, conocemos a Daniela (Melissa Barrera) y Tania (Anahi Davila), dos primas, ambas en relaciones serias, que comparten envidias, intereses mutuos y viven en el mismo edificio. En intercortes, vemos a ambas hablar de un evento próximo y de lo que vestirán para él, mientras Tania se baja llorando de un vehículo tras haberse peleado con Rodrigo (Mariano Palacios). Pero minutos después vemos a Tania abrazada de Benny (Daniel Adissi) en una boda, mientras Daniela está junto a Rodrigo.

En ese momento entre ambas, antes de que la historia arranque, Daniela asegura “tener un presentimiento” que, aunque parece ser una semilla de la historia, vemos en otro flashback que dicho presentimiento es que hoy Tania “va a coger”.

Ya en la boda, Melissa y Tania continúan compartiendo anécdotas, ambas quejándose, a sus diferentes maneras, sobre su vida sexual. Descubrimos pronto que, mientras Melissa es arriesgada y desinhibida, Tania es recatada y seria.

Es así que, como manera de juego, y con copas encima, deciden jugarle una travesura a sus parejas: cambiarán anillos y pretenderán cambiar de pareja. Cuando regresan a la mesa, la dinámica primero confunde a Rodrigo y Benny, pero después lo llevan hasta las últimas consecuencias. Y tras un incidente, ambas se ven unidas a través de dimensiones en historias paralelas que parecen destinadas a unirse.

Dejando de lado la rebuscada trama, Dos Veces Tú es un intento fallido por reinventar un género. Y aunque pareciera que la originalidad del tema iba abrir puertas a oportunidad, la unidimensionalidad de los personajes evita que la película crezca.

Claro que Tania y Daniela son personajes interesantes y con distintos matices, y su tensión está bien sustentada y ejecutada. Pero los personajes son fársicos y ridículos, además de contradictorios por momentos. Y lo cierto es que, pese al esfuerzo por mostrar una estética distinta a lo que nos tiene acostumbrados el cine mexicano, hay poco más que nos atrape.

Dos Veces Tú es demasiado aburrida para que el espectador se interese en seguir una trama que busca más confundir que entretener. Y hay momentos en que justo la intención es ésa: confundir. Además de que hay momentos absolutamente absurdos, sin dejar de lado los diálogos planos y expositivos que no manifiestan la personalidad de quienes los interpretan.

Para agregar a los problemas narrativas, existen claras deficiencias técnicas. El diseño sonoro hace poco por ayudar a fortalecer la producción, con momentos en que los diálogos son inaudibles y poco claros.

Aunque Dos Veces Tú es una película hecha con alma y ganas (algo que hace mucha falta en nuestro cine) no logra superar sus propias debilidades para volverse una opción sólida en cartelera.

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