Cocaine Bear – Reseña

Mar 16 • Spoiler Alert • 522 Views • Comments Off on Cocaine Bear – Reseña

Salvador Medina

Desde el anuncia que Elizabeth Banks dirigiría una película llamada Cocaine Bear basada en una premisa real, muchos en redes y en medios se rascaron la cabeza. No sólo Banks venía de un fracaso en taquilla como Charlie’s Angels, sino que nadie entendía qué diablos podía escribirse alrededor de un oso que consume cocaína que cae de un avión y crea un absoluto caos.

Pues bien. Cocaine Bear ha llegado ya a las pantallas con el nombre del Oso Intoxicado y el producto supera cualquier expectativa al mismo tiempo que cumple todo lo que se espera de una película con ese nombre.

La historia de Cocaine Bear es muy frontal. Un oso negro en un parque de Estados Unidos consume una cantidad inhumana de cocaína que cayó de un avión. Un grupo criminal busca recuperarla antes de que sus proveedores colombianos se ocupen de encontrarlos. Y, en medio, están dos adolescentes que decidieron escaparse de la escuela e ir justo a ese parque. Es una fórmula para el desastre.

Banks nos deposita en medio de la acción como si fuésemos paquetes caídos del cielo. Nuestro oso ya probó el oro blanco y se lanza detrás de un par de turistas para saciar su hambre. Desde ese momento, la acción y la irreverencia no paran.

Desesperada por encontrar a su hija tras una llamada de su escuela, Sari (Keri Russell), acude al parque en busca de la pequeña Dee Dee (Brooklynn Prince) que, junto a su amigo Henry (Christian Convery) encuentran uno de los paquetes y se vuelven automáticamente una posible presa para el oso. En el parque también están rondando los criminales Daveed (O’Shea Jackson, Jr) y el reacio Eddie (Alden Ehrenreich), hijo del líder del grupo Syd (Ray Liotta), que busca dejar atrás esa vida tras haber sido abandonado por su esposa.

La combinación es ciertamente letal, sobre todo al agregar a un veterano policía en Bob (Isiah Whitlock Jr.), que sospecha que Syd y su equipo están detrás de la cocaína. Lo que se produce es una comedía brutalmente violenta, mismas partes caos y gore.

Es un tributo a películas tipo b pero con un estilo de comedia genial y una gran ejecución. Hay violencia gratuita, muertes memorables y risas incómodas para todos.

Oso Intoxicado no es una película para tomarse en serio. Es una película para reír durante hora y media y recordar que a veces el cine es sólo para disfrutarse.

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