La Noche Anterior – Reseña
Salvador Medina @ayudamemalverde
Algunas de las mejores tradiciones nacen de terribles momentos. Cuando los padres de Ethan fallecen en la víspera de las fiestas navideñas, sus amigos Isaac y Chris deciden alegrar su día llevándolo de fiesta. Y los mejores amigos hacen de su juerga una traidición anual. Pero los años han pasado y lo que en principio era algo que les causaba furor, el interés se fue apagando conforme pasaron los años. Además, la búsqueda del elusivo Nutcracker Ball, la fiesta más exclusiva de la noche, se ha vuelto una obsesión para Ethan.
Así, cada uno con su vida propia, han decidido despedirse de la tradición anual. Isaac tiene un hijo en el camino, Chris ha tenido una explosiva temporada como receptor en la NFL y Ethan es el único con rumbo a la deriva tras la ruptura con su novia Diana. Pero la despedida a esta costumbre navideña puede volverse la mejor noche de todas cuando Ethan encuentra por fin boletos para el Nutcracker Ball.
Y el hecho de que Betsy, la esposa de Isaac, le haya regalado una dotación de drogas para la noche, agrega todavía más expectativas entre todos. Pero las fricciones entre los viejos amigos comienzan a salir a la luz y lo que prometía ser una velada épica, comienza a irse para abajo cuando Isaac siente el efecto de las drogas, Chris sólo quiere quedar bien con sus nuevos amigos y vivir su creciente fama y Ethan sólo quiere llegar a el Nutcracker Ball, donde Diana prometió estar.
La sencilla pero hilarante premisa de La Noche Anterior (The Night Before), dirigida por Jonathan Levine, es una película perfecta para Seth Rogen, quien interpreta a Isaac. El gran problema con ello es que Rogen se ha encasillado en un personaje repetitivo. Pese a que en ocasiones tiene papeles relevantes en Steve Jobs y 50/50, sí es cierto que ha caído en una zona de confort. Y en su nuevo proyecto, regresa a ese humor junkie que tanto éxito le ha dado en el pasado.
El talento en pantalla lo complementan Anthony Mackie (Chris) y el nunca aburrido Joseph Gordon-Levitt (Ethan), que son un gran valor agregado a una película con tremendos altibajos.
Pese a la dirección de Levine (The Wackness), el filme debe recurrir a apariciones de celebridades que se representan a ellas mismas, un recurso usado hasta el cansancio en los proyecto de Rogen y compañía. Pero el acompañamiento de Gordon-Levitt y Mackie ayudan a quitarle peso escénico a Rogen.
Sin embargo, se trata de una película bastante efectiva dentro de su género. Los obstáculos que se les presentan a los tres personajes principales revelan parte de su carácter y los confrontan con los problemas que están enfrentando como amigos y como personas. En la más mágica de las noches, Ethan, Chris y Isaac recuerdan la importancia de la amistad, del compromiso y de la honestidad, mientras se encuentran con un viejo traficante que los conoce desde que acudían a la misma escuela cuando eran jóvenes.
Y Rogen continúa siendo uno de los mejores actores de comedia y cuando encuentra un papel a su medida, lo hace a la perfección. Gordon-Levitt, quien no suele hacer mucho en el género, logra salir del caparazón en el que se encuentra en un inicio para recordarnos el talento que posee. Y Mackie nos da exactamente lo que se espera de un actor de su categoría.
Además, el talento secundario, de la altura de Mindy Kaling y Lizzy Caplan, sirven para hacer de La Noche Anterior algo más que una simple comedia.
Contada en forma de fábula navideña, La Noche Anterior es una gran opción y al final, cuenta una sencilla moraleja: que siempre hay una lección para aprender. Y nunca es demasiado tarde para ello. Ah, y que no es bueno mezclar hongos alucinógenos con cocaína. Pregúntenle a Seth Rogen.
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