‘Dispatches from Elsewhere’ – Reseña
Salvador Medina
Es complicado intentar describir la naturaleza de la nueva serie de Jason Segel sin adentrarse demasiado en la trama. Sin embargo, Dispatches from Elsewhere, inspirada en el documental The Institute, es una de las notables excepciones de la televisión cuya sustancia está a la altura de su estilo visual.
Un día ordinario, uno de nuestros héroes, es llamado a la aventura. Peter (Jason Segel) es un discreto ingeniero que vive una austera e insípida vida. Entre su trabajo y su departamento hay un recorrido de ida y vuelta sin ninguna desviación. Es entonces que comienza a ver peculiares anuncios en su vecindario. Tras llamar a uno de ellos es convocado a visitar el Jejune Institute, un misterioso lugar dirigido por Octavio Coleman, Esq (Richard E. Grant). Pero en su proceso de entrevista, recibe una llamada de Commander 14, líder de Elsewhere, que supuestamente combate al Jejune Institute.
Es entonces que Peter se encuentra en una especie de juego o búsqueda junto a un grupo de compañeros. Su pareja es Simone (Eve Lindley), una chica trans con la que hace química inmediatamente. Ambos comienzan juntos a buscar a una elusiva chica llamada Clara que tanto el Jejune Institute y Elsewhere están intentando localizar.
Pero toda la serie está inmersa en un halo de enigma que se centra alrededor de la dinámica entre Peter y Simone, ambos buscando un sentido de identidad y pertenencia que no tienen en sus vidas y que piensan encontrar en el otro.
Ambos se unen a Janice (Sally Field) y Fredwynn (Andre Benjamin) sin saber bien en qué se están enredando pero cada uno de ellos descubre algo de ellos en el camino.
Por momentos, Dispatches from Elsewhere recuerda a Charlie Kaufman en su estilo y nostalgia. Todos los personajes de la serie están en busca de algo, de una aprobación propia y externa, de algo que les diga que son especiales y que esa vida que tienen no es su destino. Que están hechos para algo más.
Jason Segel había demostrado tener una sensibilidad distinta y que su personaje como Marshall en How I Met Your Mother le había servido para ganar la popularidad suficiente para hacer los proyectos que quisiera. Con Forgetting Sarah Marshall demostró que tenía la capacidad para hacerlo. Y con Dispatches… crea un producto que se siente esencial, con una nostalgia y atrevimiento que no es común en televisión. Se siente como un milagro y una excepción dentro del panorama de contenidos.
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