‘Spider-Man: Regreso a Casa’ – Reseña

Jul 6 • Spoiler Alert • 3050 Views • Comments Off on ‘Spider-Man: Regreso a Casa’ – Reseña

Salvador Medina @ayudamemalverde

Tras su sorpresiva y significativa aparición en Captain America: Civil War, las expectativas sobre una franquicia, o al menos una película, a la altura del legado de Spider-Man, crecieron enormemente. Encarnado por el joven y carismática Tom Holland, dieron grandes esperanzas a los seguidores del superhéroe creado por Stan Lee y Steve Ditko.

Ahora del director Jon Watts, hay muchas razones para celebrar.

Spider-Man: Regreso a Casa (Spider-Man: Homecoming) es, sin interés de exagerar, la mejor película o serie que se haya concebido sobre el superhéroe arácnido favorito. Situada ocho años después de la guerra que tuvo lugar durante Avengers, Peter Parker vive con su tía May (Marisa Tomei) esperando el llamado de Tony Stark (Robert Downey Jr.), su protector y mentor.

Durante el día, Peter pone la mínima atención en clases, contando los segundos para que pueda vestir el traje de Spider-Man y hacer justicia en su vecindario en Queens. Así, cuando se viste de Spider-Man, Peter detiene robos de bicicletas, ayuda a viejitas dominicanas a encontrar direcciones y llama constantamente a Happy (Jon Favreau) para reportar sus acciones.

Peter se encuentra frustrado pues su escuela lo aburre y no es todavía un Avenger, pese a que busca ganarse constantemente la confianza de Tony Stark. Su único amigo, Ned (Jacob Batalon), es su distracción de la rutina escolar. Y cuando éste se entera de su secreto, se da cuenta que puede ser una oportunidad para acercarse a Liz (Laura Harrier), la chica de sus sueños.

Pero antes de que use la imagen de Spider-Man para ello, Peter se encuentra a un villano que parecer ser más peligroso de lo que Tony Stark cree.

Adrian Toomes (Michael Keaton) es un contratista dedicado a la remoción de escombros. Y ocho años antes, tras el ataque en Nueva York, él y su compañía se encuentran en el sitio recolectando material extraterrestre. Es en ese momento que por decisión del gobierno, Adrian y su compañía son retirados del lugar, pese a la enorme inversión que hizo en equipo.

Adrian está planeando qué hacer ante la situación cuando descubren que un cargamente con material extraterrestre no ha sido entregado. Así, lo ve como una oportunidad para crear armas con mayor capacidad de las que se conoce y colocarlas en el mercado negro.

Durante ese tiempo, Adrian y su equipo ha trabajado con relativa anonimidad, creando un negocio exitoso y virtualmente desconocido para los Avengers. Hasta que entra en el camino Spider-Man.

Peter intercepta a un grupo de ladrones intentando llevarse un cajero automático. Pero cuando nota que las armas que portan no son ordinarias, da aviso a Happy, quien no toma su advertencia en serio.

Así que Peter toma la decisión de investigar por su cuenta y se lanza en un camino que colisionará inevitablemente con Adrian.

Spider-Man: Homecoming no sólo entrega los mejores momentos en la pantalla grande para el héroe arácnido, sino que es quizás la película más graciosa de Marvel. La película no exagera o provoca momentos forzados. Cada personaje juega un papel esencial y su presencia es vital para contar la historia y hacer un mejor producto final.

Los momentos entre Peter y Ned, quien ruega por convertirse en su mano derecha, son genuinos y geniales. Se trata de dos adolescentes desadaptados que buscan hacer lo mejor con lo que tienen. Y las escenas de acción, están impecablemente bien dirigidas, involucrando al espectador y creando así una verdadera conexión.

No es una historia grandilocuente, el mundo no está peligro o a punto de dejar de existir. Al contrario, buscaron crear una película que conectara con el público por su intimidad, por tratarse de un retrato humano donde no hay blanco y negro sino personas intentando adaptarse al cambiante mundo post-Avengers.

Además, Tom Holland rescata el verdadero espíritu de Peter Parker elevando al superhéroe a su mejor momento en el cine. Se trata de un joven con enorme futuro, no sólo en la franquicia sino por su propia cuenta. Y Michael Keaton entrega una actuación impecable. Sus momentos en pantalla no tienen desperdicio alguno, tocando cada nota visual como el virtuoso que es, con diálogos que llegarán a la médula.

Spider-Man: Homecoming es un logro por como se le vea.

 

 

 

 

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